


1 ¿Hasta cuándo me tendrás en el olvido, Señor? ¿Para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?
2 ¿Hasta cuándo soportaré esta diaria angustia? ¿Hasta cuándo triunfará mi enemigo?
3 Respóndeme, oh Señor, Dios mío. ¡Devuélveles la luz a mis ojos!
4 No permitas que mis enemigos digan: «Lo hemos vencido». No los dejes gozarse por mi derrota.
5 Pero yo, desde ya, confío en tu gran amor. Me gozo porque tú me has salvado.
6 Te canto, Señor, por el bien que me has hecho.