Salmo 6

1 ¡No, Señor! ¡no me castigues cuando estés enojado; no me reprendas en tu furor!

2 Ten piedad de mí, oh Señor, porque soy débil. Sáname, pues mi cuerpo está en agonía,

3 y estoy desconcertado y turbado. Tengo el alma llena de aprensión y tristeza. ¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?

4 Ven, Señor, y sáname. Sálvame por tu misericordia.

5 Pues si muriera, no podría alabarte.

6 El dolor me tiene agotado; cada noche baño en lágrimas mi almohada.

7 Los ojos se me están envejeciendo y nublando de sufrimiento a causa de todos mis enemigos.

8 Váyanse; déjenme ya, hombres de perversas obras, porque el Señor ha escuchado mi llanto

9 y mi súplica. Él responderá a todas mis oraciones.

10 Todos mis enemigos quedarán repentinamente en ridículo, aterrorizados y avergonzados. Serán rechazados afrentosamente.

Salmo 6


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos Relacionados

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial